El blanqueamiento dental es un tratamiento estético muy demandado, que logra en la mayoría de las ocasiones reducir varios tonos el color original de las piezas dentales, dejando los dientes más blancos y brillantes. Abarca un amplio espectro de posibilidades, según se realicen en el consultorio o en el hogar; en dientes vitales y no vitales.
El más frecuente y el más reclamado en consulta, es el que se realiza en dientes vitales. En este caso recomendamos el tratamiento realizado por el propio paciente en el hogar, al ser más controlable ya que se aplica de forma gradual y es menos agresivo.
Se realiza mediante el uso de unas férulas, hechas a medida del paciente, donde se incorpora un gel de peróxido de carbamida o peróxido de hidrógeno con concentraciones entre el 10% al 30% según las necesidades particulares, todo ello proporcionado por el especialista y según sus indicaciones.
La edad recomendable es a partir de los 18 años.
¿Qué complicaciones puede tener un blanqueamiento dental?
Las complicaciones más frecuente de un blanqueamiento es la aparición de un incremento de la sensibilidad dental ante estímulos como frío o calor excesivos entre 5 y 7 días después de un tratamiento y una gingivitis reactiva ambos reversibles.
Es importante tener en cuenta que el blanqueamiento no siempre consigue el resultado que esperas. También exige unas condiciones de salud bucal óptima previa, por lo tanto, lo mejor es que tu dentista, como profesional de la salud, valore estos factores antes de tomar una decisión.