La sobremordida es una de las maloclusiones que produce efectos más devastadores en los dientes. En ella, los incisivos superiores cubren más de la mitad de los dientes inferiores, y no hay espacio entre los superiores y los inferiores. Los dientes anteriores (incisivos) no están preparados para recibir fuerzas excesivas ni rozamiento continuado.
A continuación vamos a poner ejemplos de algunas patologías que pueden aparecer en esta maloclusión:
Desgaste en la cara palatina de los incisivos superiores (por detrás). Es la primera señal de alarma. Cuando vemos que empieza a aparecer ese tipo de desgaste tenemos que poner solución, pues si no lo hacemos, el desgaste irá a más y llegará un momento en que se empiecen a romper por el borde.
Si avanza el desgaste, podremos ver afectados otros dientes superiores o inferiores, como ocurre en las siguientes imágenes.
Otro caso que puede ocurrir debido al continuo trauma oclusal, es la necrosis de los incisivos. El nervio se va calcificando debido a la fuerza que soportan los dientes, y clínicamente se manifiesta con un oscurecimiento notable del diente con respecto a los demás. Esto puede ocurrir en superiores y/o en inferiores. En la imagen que vemos a continuación se ven los dos incisivos centrales afectados por esta patología.
Si hay una periodontitis, el que haya un menor soporte óseo, puede acarrear la aparición de recesiones o movilidad dental, debido a la sobremordida.
Otros daños que pueden aparecer son lesiones en la encía tras los incisivos superiores (paladar) o en la encía de delante de los dientes inferiores, todo ello debido al mordisqueo con los dientes antagonistas.
Muchas veces esta maloclusión se acompaña de dolor en la articulación temporomandibular (ATM), pues la mandíbula está trabada en una posición forzada.
La sobremordida es una maloclusión que apenas afecta estéticamente, por lo que normalmente es detectada por el odontólogo. Debe ser tratada con ortodoncia antes de que aparezcan signos de desgaste, pues cuando ya aparecen, hay que combinar varias especialidades, y cuantos más dientes se vean afectados por los desgastes, más complicado será el tratamiento restaurador.
Dra. Miriam Sanz
Licenciada en Odontología por la Universidad de Murcia