Como ya indicábamos en nuestro anterior artículo, el tono de blanco que se puede alcanzar en un blanqueamiento dental viene determinado por la propia genética del paciente así como por su sensibilidad dental. En muchas ocasiones vemos en televisión presentadores con los dientes muy blancos. Esto generalmente no es por blanqueamiento, si no por un tratamiento con carillas de cerámica.
Las carillas de cerámica son un tratamiento muy conservador, ya que hay que reducir muy poco el diente, en ocasiones incluso aumentar el volumen. Sin embargo, para una corona o funda de cerámica convencional hay que reducir la pieza dental aproximadamente 1,5 milímetros, siendo un tratamiento mucho más agresivo y que en ocasiones deriva en problemas de sensibilidad dental.
Una carilla de cerámica Lumineers consiste en una lámina, generalmente de Disilicato de Litio (una porcelana de gran dureza) que recubre parcialmente una pieza dental, a modo de cubierta, a la que se une por medios micro mecánicos y adhesivos. Con ellas podemos conseguir un cambio en la sonrisa, el blanqueamiento de color e incluso cambios en la forma de la pieza dental.
Además de superar exigencias altamente estéticas, las carillas cerámicas Lumineers permiten ser fabricadas en espesores de hasta 0,3 milímetros con una alta resistencia. Esto es una característica fundamental de este tipo de tratamiento, ya que permite su colocación sin la necesidad de eliminar o afectar al tejido sano y a la vez ser una restauración duradera en el tiempo.
Es un tratamiento que necesita una gran técnica y especialización, tanto a nivel de clínica como a nivel de laboratorio dental. Si se realizan adecuadamente, es imperceptible el tránsito entre el diente y la carilla.
En general, las carillas cerámicas Lumineers ofrecen claras ventajas frente a cerámicas convencionales:
- Las visitas se reducen considerablemente.
- La mayoría de los casos no requieren de anestesia local.
- Refuerza el esmalte debilitado y genera un blanqueamiento permanente.
- Evita la reducción de estructura dental.
La aparición de este tipo de materiales nos permite mantener las mismas premisas que mantenemos en todas las actuaciones en nuestra clínica: ser conservadores y mínimamente invasivos.
Dra. Manuela Campoy
Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Granada
Especializada en Estomatología por la Universidad de Murcia