Un diente fisurado es un diente que presenta una fisura o fractura incompleta.
La esperanza de vida es mayor y debido a la mejora en los cuidados buco-dentales las personas mantienen también más tiempo sus piezas dentarias. También es cierto que personas de todas las edades, están viviendo vidas más estresadas, que pueden llevar a adquirir hábitos que induzcan a las fisuras, tales como el aprietamiento y el bruxismo. Además, en años recientes, los profesionales son más conscientes de la existencia de las fisuras, y diagnostican mayor número de las mismas.
Las buenas noticias son que muchas piezas dentarias con fisuras pueden ser salvadas. La clave para poder salvar éstas piezas dentarias, es conocer los signos y síntomas que caracterizan y permiten diagnosticar la fisura en forma precoz, lo más cercano posible a su inicio.
Las piezas dentarias con fisuras, tienden a presentar un dolor dudoso ante la masticación, especialmente al cesar la fuerza masticatoria, y el paciente suele tener dificultades para poder explicar ésta situación. A veces se presenta dolor ante cambios de temperatura, especialmente al frío. En general, no hay dolor a la percusión, y las radiografías no aportan ningún tipo de información. A menudo los pacientes se quejan de haber padecido una larga historia de dolor que ha sido difícil de diagnosticar o de tratar, para poder aliviar sus síntomas.
Estos han sido etiquetados como “signos clásicos” de fisuras. De todas maneras, y dependiendo de la localización, dirección y extensión de la fisura, el paciente puede presentar alguno o todos los signos y síntomas o una variedad de otros. La variación en la combinación de signos y síntomas, es lo que hace que el diagnóstico sea confuso.
Muchas veces, las fisuras no son diagnosticadas hasta que se presentan una serie de síntomas, o hasta que se elimina una restauración, o al identificar un gran defecto periodontal. Como el diagnóstico puede ser tan difícil, un paciente que presenta una pieza dentaria fisurada, puede llegar al consultorio de un endodoncista luego de haber padecido una larga historia de diagnósticos inciertos. De todas maneras, tal como sucede con las fisuras en un parabrisas, las piezas dentarias fisuradas empiezan siendo pequeñas y progresan lentamente. Si se diagnostican precozmente y se tratan correctamente, muchas fisuras pueden detenerse o al menos desacelerarse, previniendo la pérdida de la pieza dentaria.
La rápida acción por parte del odontólogo, pueden mejorar las posibilidades de salvar la pieza dentaria. Si se sospecha la presencia de una fisura, deberían tomarse todas las medidas necesarias para confirmar inmediatamente la presencia de la misma, determinar el tipo de fisura, y elaborar un plan de tratamiento adecuado.
Dra. Miriam Sanz
Licenciada en Odontología por la Universidad de Murcia