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Llega el otoño y toca apretar los dientes

Bruxismo

El estrés y la ansiedad que provocan periodos como la vuelta al trabajo después de las vacaciones generan que muchas personas liberen la tensión apretando los dientes.

Si miramos a nuestro entorno vemos que esto sucede, incluso de forma voluntaria, en personas de todos los ámbitos: Iván Rakitic (jugador del FC Barcelona): “Estamos trabajando duro y hay que apretar un poco los dientes”; Mónica Carrillo (presentadora de informativos de Antena 3): “Toca apretar los dientes, tragar saliva y contener las emociones”; Stefano Domenicali (ex director deportivo de Ferrari): “Toca apretar los dientes hasta Brasil….”; Alfredo Pérez Rubalcaba (ex secretario general de PSOE): “Hay que apretar los dientes”.

Dado que medio mundo se ha dispuesto a apretar voluntariamente los dientes, y que el otro medio lo hace involuntariamente, en la Clínica Dra. Campoy nos hemos propuesto tratar las consecuencias que a nivel dental, muscular y articular se derivan de este mal hábito.

El sistema masticatorio tiene unas funciones voluntarias y necesarias, como la fonación, la masticación y la deglución. Pero, además, existen otras funciones dañinas, muchas veces incluso desconocidas para la persona por realizarlas de forma involuntaria, que llamamos parafunciones, de las cuales la más frecuente es el bruxismo (apretar los dientes), pero que no es la única; también morderse las uñas, los labios, las mejillas…. constituyen parafunciones.

El bruxismo es un hábito caracterizado por rechinar o apretar los dientes, que ocurre durante el sueño y, en una gran mayoría de personas, también durante el día.

Las consecuencias derivadas de las parafunciones se manifiestan en la boca al apreciarse un desgaste a nivel de caras oclusales de los dientes, en la erosión en los cuellos de los dientes, así como en las fracturas dentales.

También se manifestará el deterioro en la musculatura facial, cervical y craneal, así como a nivel de la articulación de la mandíbula con el cráneo (articulación temporomandibular).

En primer lugar, y esa es nuestra forma de trabajo en la Clínica Dra. Campoy, debemos realizar un diagnóstico preciso de qué causa el problema y qué estructuras se encuentran afectadas en el momento de la consulta del paciente. Para ello, una minuciosa entrevista y una buena exploración pueden ser suficientes.

A partir de ahí comienza un tratamiento multidisciplinar entre los diferentes miembros del equipo para, de forma escalonada, tratar de frenar y hacer desaparecer la sintomatología del paciente (principalmente dolor y falta de movilidad).

En primer lugar, debemos controlar los factores desencadenantes, como son las situaciones de estrés y los malos hábitos (morder las uñas, comer chicles,…). La adaptación de férulas rígidas de descarga tipo Michigan será una alternativa muy frecuente a emplear en este tipo de pacientes.

Dado el componente muscular que presenta la mayoría de nuestros pacientes, trabajamos en colaboración con equipos de fisioterapeutas dedicados al tratamiento de este tipo de patología. Y en casos de afectación severa de la articulación temporomandibular que no mejoran con las medidas anteriores, puede ser necesario recurrir a cirugía mediante artroscopia, que nos permita visualizar y reparar los problemas que existan dentro de la articulación.

Dr. Daniel Segarra
Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Navarra
Cirujano Maxilofacial
Especialista en Otorrinolaringología

Bruxismo, Salud bucodental, Salud dental

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